Un poco en la línea de la serie estadounidense "Brigada A" ("Los Magníficos" en Uruguay, es decir "The A Team") pero con mucha menos acción aparatosa y sin necesidad de destrucción de coches.También puede recordar en cierto modo a la serie "Misión Imposible", en donde no escatimaban recursos para embaucar a criminales y "tiranos" de todo tipo.
Son una especie de anarquistas porque tienen cierto sentido de justicia, sin embargo, sus servicios no son gratuitos.Si alguien no puede pagarles en dinero, al menos se compromete a colaborar con ellos cuando lo requieran.
El postulado general sería que muchas veces «lo justo es ilegal y lo injusto es legal». Y los Simuladores están acá para ordenar un poquito eso. Ellos son invasivos, violan absolutamente cada una de las reglas que hay para violar, pero siempre el fin es noble. Son justos, pero políticamente muy incorrectos.(Damián Szifrón)
La serie tuvo dos temporadas en Argentina, en los años2002 y la segunda en 2003, y tuvo mucho éxito, ganando el Martín Fierro de Oro en 2002.
Además del entretenido guión, lo mejor de la serie son las actuaciones.La interacción de los personajes principales es genial.Los cuatro "simuladores" están muy bien delineados por sus intérpretes, siendo para mí uno de los puntos fuertes y reideros de la propuesta.
Temporada 1 Capítulo 1
Temporada 1 Capítulo 13 (Un Trabajo Involuntario)
Permítase que eche mano de la wikipedia, que más o menos pone lo mismo que yo quería...y me ahorra tiempo.Pss...
Quienes Son Los Simuladores
(de wikipedia) (Nota mía: en el órden de la fotografía en fondo blanco)
Mario Santos (Federico D'Elía, 1966): «logística y planificación». Es el jefe del grupo, y el responsable de contactar con los clientes. Bebe exclusivamente té Earl Grey, y después de cada operativo satisfactorio, se lo ve fumando un habano (excepto en el capítulo 8 de la segunda temporada, «Un fin de semana de descanso», en que fuma una pipa), que era encendido siempre por la persona engañada. Es un aristócrata viudo de gustos refinados, culto e inteligente, de algo menos de 40 años, hijo del escritor Marcos de Aguirre (autor del libro El mentiroso de la montaña), quien termina suicidándose por un estado de depresión grave y dejando a su familia en bancarrota y muy endeudada, hay quienes piensan que el pequeño embaucó a cada uno de los acreedores para liberar a la familia de la deudas, lo cual lo lleva a descubrir su vocación. Su nombre de nacimiento es Francisco de Aguirre pero después de la muerte de su madre y su esposa lo cambió por el de Mario Santos. En los operativos, Santos adopta el nombre de León Stofenmacher. En el capítulo «Fuera de cálculo» tiene un noviazgo fugaz con una empleada de un banco. Lo más carismático de este personaje es que casi siempre le pide fuego a las víctimas de los operativos realizados, para encender uno de sus habanos.
Pablo Lamponne (Alejandro Fiore, 1969): se ocupa de «técnica y movilidad». Su labor en el grupo consiste en conseguir los materiales y elementos necesarios para realizar los opearativos (vehículos, lugares, vestuario, disfraces, escenografía, etc.). A veces desempeña pequeños roles. Tiene una actitud dura y frontal ante los demás y ese es el tipo de personalidad que quiere mostrar, pero en realidad es psicológicamente más débil de lo que sus compañeros creen. Aunque no lo demouestre, no se siente cómodo con la relación hostil que había entre los cuatro y tenía una suerte de complejo de inferioridad con respecto al rol que desempeña en el grupo. Su actitud hermética y su marcada masculinidad suele contrastar con la sensibilidad de su compañero Gabriel Medina, a quien considera un hombre «empalagoso» y cursi. Tiene un brillante perro llamado Betún, que cada vez que aparece demuestra su inteligencia y lealtad. Otra de las cosas que contribuyen al frágil estado psicológico de Lamponne es el hecho de haber tenido una vida complicada; en su infancia fue el blanco de las burlas de sus compañeros de escuela, y también combatió en la guerra de Malvinas (1982).
Gabriel David Medina (Martín Seefeld, 1960): «investigación». Se encarga de obtener la información acerca de los clientes y demás involucrados en los operativos. Antes de entrar en los Simuladores fue periodista. Es sensible y amante de la poesía y los animales (excepto las serpientes). Frecuentemente representa un estereotipo homosexual. Cree en hacer el amor y no solo en tener sexo, por lo que no mantiene relaciones hasta enamorarse (y, según sus propias palabras, nunca antes de los seis meses de relación). Es el más sensible y honesto del grupo. Le gusta escuchar canciones de Disney, Cher, y la canción «Puerto Pollensa» (de Sandra Mihanovich), que también son estereotipos gays. Estuvo casado pero su esposa le pidió el divorcio, suceso que en su momento fue devastador para él. En muchos operativos adopta el nombre de Jacques Dupont.
Emilio Ravenna (Diego Peretti, 1963): se ocupa de la caracterización. Su papel en el grupo es realizar la mayoría de las caracterizaciones, o si no, interpretar al personaje clave del operativo. A diferencia del resto de sus compañeros, tiene una personalidad muy abierta, bastante despreocupada, y una vida sexual muy activa. Convive con varias mujeres en su casa (aun así le cuesta mantener fidelidad con ellas), tiene tendencias artísticas (sabe de la materia) y no es raro verlo experimentando distintas actividades recreativas. En los operativos suele desempeñar el rol de varios personajes bajo el nombre de Máximo Cosetti (salvo excepciones).
Temporada 1 Capítulo 10
Otros Personajes
(de Wikipedia)Brigada B
Debido a la mala situación de mucha gente con problemas cotidianos, el grupo se vio saturado de trabajo y tuvo que delegar algunos casos a este grupo paralelo conformado con sus colaboradores más fieles para realizar los trabajos menores, mientras los Simuladores se ocupan de los casos de mayor complejidad. También era deber de este grupo averiguar todo sobre el vengativo Milazzo (César Vianco), que ―en la segunda temporada― está buscando a los Simuladores para matarlos.
La imprudencia y falta de profesionalismo de la Brigada B hizo que en uno de los simulacros, el FBI creyera que eran verdaderos terroristas y los apresaran. Los Simuladores lograron rescatarlos, pero luego de ese episodio la Brigada B quedó suspendida.
Arturo Gaona, conocido como el Asistente (Juan Carlos Ricci): «logística y planificación». Es el asistente del grupo, aparece desde el principio de la serie. Es un hombre de pocas palabras del cual no se conoce casi nada de su pasado. Desempeña el mismo papel que Santos en la Brigada B.
José Feller (Jorge D'Elía, 1938): «caracterización». Feler es uno de los asistentes más fieles de los Simuladores, estos lograron que la compañía donde trabaja no lo despidiera por tener edad de jubilarse. En la segunda temporada siempre anda solamente con un guante negro en su mano izquierda y en el episodio final le preguntan por qué. Este da a entender como que no se daba cuenta que no lo tenía y pregunta si no lo vieron.
Martín Vanegas (Pasta Dioguardi) (Investigación): Vanegas tenía una deuda pendiente con un usurero, Laguzzi, que amenazó con ejecutar a sus hijos si no le pagaba a tiempo. Entonces los Simuladores se encargaron de que Laguzzi cancele la deuda.
Lucio Bonelli (Fernando Sureda) (Técnica y Movilidad): En el episodios el Testigo Español de la primera temporada, en los pequeños casos de introducción al capítulo, los Simuladores ayudaron a Bonelli, que tenía una gran deuda, a ganar una competencia de pesca (propuesta por Santos, y repetida las instrucciones por una mujer del bar), dónde se ponía en juego la suspensión de dicha deuda o su duplicación.
Otros personajes
Franco Milazzo (César Vianco): Antes era un estafador, que vivía de ilusionar a la gente humilde de ser estrellas de TV para quitarles el dinero y posteriormente irse. Solitario y egocéntrico, muy bien entrenado, es fanático de las películas de héroes de guerrilla y supervivencia (como Rambo) envidiando ese tipo de vida. Los Simuladores le hacen creer que participará de un show de reálity dónde tendrá que sobrevivir un año entero en el Impenetrable (el bosque chaco-santiagueño), solamente para quedarse con gran parte de su dinero y borrarlo de la existencia urbana. En la segunda temporada, Milazzo se da cuenta de que todo fue una estafa y emprende su vuelta a Buenos Aires, para así encontrar a Santos, Ravenna, Lamponne y Medina para ejecutarlos. Tras contratar a un detective privado al ver una noticia de la neutralización de un terrorista a bordo de un avión por parte de los Simuladores, y realizar un identikit de los mismos con recortes de diario de otras personas, en el último episodio, los encuentra gracias a una trampa armada para Ravenna con la Policía Federal, citándolo a él y otros más a un reconocimiento visual, pero audazmente, los Simuladores vuelven a engañarlo, haciéndolo creer que todo fue un entrenamiento para una misión mayor: asesinar a Osama Bin Laden.
Marcos Molero (Alejandro Awada, 1961): Aparece en la segunda temporada. Es un detective privado contratado por Milazzo para averiguar todo sobre los Simuladores y encontrarlos. A medida que averigua todo sobre ellos, se va interesando y excitando cada vez más. Es bastante irritante para Milazzo, no tenía reparo de reírsele en la cara por haber sido engañado, pese a que este último explotaba de ira, y para peor, se la pasaba con una expresión de alegría irónica en su rostro, como si estuviese tratándolo como a un idiota. Molero no sabía que el objetivo de su cliente era asesinar a los Simuladores (creía que los buscaba solo para que le devuelvan el dinero). Cuando se entera, se niega a recibir la paga de Milazzo y decide acusarlo con la policía. Este le dispara creyendo que lo mató, en la primera parte del episodio final se devela que no fue así porque, como se muestra, tenía un chaleco antibalas. Marcos Molero, tenía una vida muy depresiva, su mujer lo abandonó creyéndolo un perdedor. Estaba al borde del suicidio, hasta que apareció Milazzo, que le habla de los «cuatro estafadores». A partir de ahí, la investigación de Molero hacia los Simuladores se volvió un motivo para vivir y una fuente de inspiración. Molero logró hallar el diario escrito por el padre de Santos, y en el episodio final se lo entrega. Al final, se revela que los Simuladores delegan en él y en la Brigada B para reemplazarlos en su ausencia.
Pedro Velazco (José Andrada): Un importante empresario mexicano de la compañía lechera dónde trabaja José Feller (Jorge D'Elía). Al principio era un homosexual reprimido, pero gracias a Medina (que se hace pasar por Román, el pianista), que le da un beso en el ascensor, logra asumir su auténtica condición sexual (siendo eso parte del operativo). Aparece en el tercer episodio de la primera temporada, «Seguro de desempleo». Luego vuelve a aparecer en el tercer episodio de la segunda temporada, «La gargantilla de las cuatro estaciones», esta vez para acosar sexualmente a Medina para que este asuma su aparente homosexualidad.
Satanás: Aparece en la segunda temporada. Era un personaje excéntrico y algo siniestro. Se trata de un hombre obeso que ―al igual que el resto de los clientes― está a disposición de los Simuladores. Es hábil cuando se trata de intimidar a las personas.
Señora de Ravenna (Beatriz Thibaudin, 1927-2007): es una anciana que aparece en varios capítulos de la segunda temporada, personificada de diferentes maneras para ayudar en los operativos. Es la madre de Emilio Ravenna.
Douglas Jones (Patrick Aduma): Aparece en las dos temporadas, es un profesor de inglés nacido en Estados Unidos. Colabora con los Simuladores ya que en 1994 ellos lo ayudaron en resolver un acusación injusta de abuso sexual de una alumna contra él.
Matías Míguenz (Nazareno Casero, 1986): Aparece en el quinto episodio de la primera temporada. Su padre, el arquitecto Míguenz (Miguel Dedovich), fue aconsejado por parte del doctor Dumas (Humberto Serrano) para concretar una reunión con Mario Santos. Era un adolescente que participó en el operativo en conjunto con los Simuladores para poder aprobar los exámenes de siete materias que se llevó a marzo (en el capítulo «El joven simulador»), en el colegio y así pasar de año. Luego de cumplir con el operativo, el estudiante desea unirse al grupo y convertirse en un simulador, pero los Simuladores se niegan, argumentando que es muy joven.
Javier Oyola (Pepe Monje, 1967): Era un joven oficial de policía muy despistado, pero extramadamente honesto. Apareció en el capítulo «Fin de semana de descanso», y por su actuación se ganó la confianza de Mario Santos, al punto tal de delegarle las funciones del grupo junto a Marcos Molero. Al igual que Santos, es fanático de la novela Estudio en escarlata (primera aparición de Sherlock Holmes). En el episodio final de la segunda temporada, se lo ve como nuevo integrante de la Brigada B, mientras un off de Mario Santos señala que quizá el problema no estuvo en delegar trabajos, sino en hacerlo sobre las personas equivocadas.
Betún (Betún): Es el perro de Lamponne. Aparece en la segunda temporada y Lamponne lo entrena para que realice una tarea específica en cada misión y después, con la misión en marcha, a través del intercomunicador le da órdenes. Es muy hábil, leal e inteligente.
Temporada 2 Capítulo 4
Temporada 2 Capítulo 5
A raíz del éxito en Argentina, la serie tuvo sus versiones realizadas también en España, Chile,México y Rusia.
Aquí en España pude ver algún capítulo de la versión local, con los mismos libretos de la argentina y no me convencieron.Por más que cuenta con Federico D´Elía en el mismo papel de la original, la verdad es que la versión argentina y su elenco para mí insuperable.Cada vez que vuelvo a ver la serie, me vuelvo a reír como la primera vez, porque aunque hay drama y acción, sobre todo hay asegurada mucha diversión y excelente humor en ésta recordada serie.
Aquí he ofrecido algunos capítulos de muestra, porque es difícil elegir los mejores.
De todos modos el que sigue, por alguna razón me hace reír bastante siempre:
Temporada 2 Capítulo 10 (El Anillo De Salomón)
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