Leo Maslíah (compositor, multiinstrumentista y escritor nacido en 1954 en Montevideo) es en mi opinión uno de los más grandes artistas de mi país.
Digamos que su creación viene dada en clave de humor pero es notorio que trasciende esta y otras etiquetas, plasmando tanto en sus notas musicales como en sus textos, una visión inteligente, aguda y vanguardista de las realidades cotidianas, llenando los espacios vacíos en el discurso tradicional, en el decir coloquial.
Una de las canciones que tal vez se aparte (aunque no del todo) de la veta humorística de Masliah, sea ésta.
Su descripción a la vez cruda y cariñosa de ciertos personajes de nuestra ciudad de Montevideo hace que esté entre mis canciones "montevideanas"preferidas.
Al menos quien esto escribe puede asegurar haber conocido muchos personajes que encajan a la perfección con el retrato que los versos de Maslíah dibujan magistralmente.
La música es hermosa, con una melodía en esa línea melancólica que va tan bien con la que suele ser nuestra visión de la capital más al sur de América.
Leo Masliah - Biromes y Servilletas
En Montevideo hay poetas, poetas, poetas
Que sin bombos ni trompetas, trompetas, trompetas
Van saliendo de recónditos altillos, altillos, Altillos
De paredes de silencios, de redonda con puntillo
Salen de agujeros mal tapados, tapados, tapados
Y proyectos no alcanzados, cansados, cansados
Que regresan en fantasmas de colores, colores, colores
A pintarte las ojeras y pedirte que no llores
Tienen ilusiones compartidas, partidas, partidas
Pesadillas adheridas, heridas, heridas
Cañerias de palabras confundidas, fundidas, fundidas
A su triste paso lento por las calles y avenidas
No pretenden glorias ni laureles, laureles, laureles
Sólo pasan a papeles, papeles
Experiencias totalmente personales, zonales, zonales
Elementos muy parciales que juntados no son tales
Hablan de la aurora hasta, cansarse, cansarse
Sin tener miedo a plagiarse, plagiarse, plagiarse
Nada de eso importa ya mientras escriban, escriban, Escriban
Su mania su locura su neurosis obsesiva
Andan por las calles los poetas, poetas, poetas
Como si fueran cometas, cometas, cometas
En un denso cielo de metal fundido, fundido, fundido
Impenetrable, desastroso, lamentable y aburrido
En Montevideo hay biromes, biromes, biromes
Desangradas en renglones, renglones, renglones
De palabras retorciéndose confusas, confusas, confusas
En delgadas servilletas, como alchólicas reclusas
Andan por las calles escribiendo, y viendo y viendo
Lo que vem lo van diciendo y siendo y siendo
Ellos poetas a la vez que se pasean, pasean, pasean
Van contando lo que vem y lo que no, lo fantesean
Miran para el cielo los poetas, poetas, poetas
Como si fueran saetas, saetas, saetas
Arrojadas al espacio que un rodeo, rodeo, rodeo
Hiciera regresar para clavarlas en Montevideo
Al piano, el uruguayo Hugo Fattorusso:
"Pra depois voltar pro Rio de Janeiro".
Es decir, en la adaptación al portugués, acreditada a Carlos Sandroni, me borran a mi ciudad de la letra.Claro está, además, que las "biromes" montevideanas (para tooodo el resto de los hispanoparlantes, son "bolígrafos") no son traducibles sin perder un poco (bastante) del sabor local original.
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